El que nace mortal, camina hacia la muerte. El que nace inmortal vive en ella.
































































Las nubes son mi casa ,la oscura noche mi morada , el pensamiento mi arma y mi defensa el papel

Este es mi corazón , hacer un buen uso de el

jueves, 15 de septiembre de 2011

Mito de la transición del verano al otoño

Hilos de marionetas reacaen sobre los humanos, marionetista celestial encargado de los cambios en ellos.

Las personas que en la tierra se encontraban en aquellos remotos tiempos no sabían nada de los designios que les deparaba el futuro.

Les desvelaremos como se crearon los cambios de estaciones pues…más concretamente el cambio del verano al otoño.

Esta historia se centra en una villa en la que los dioses supremos tenían todo el poder. La vida en esa parte concreta de la tierra no era muy agradable ya que estaba expuesta a constantes cambios decididos por esos mismos dioses.

Y concretamente de uno de ellos llamado Al’ar. El se encargaba del clima con el que jugaba a su antojo.

Al’ar tenía especial curiosidad por las muchachas de esa villa, asi que cada noche raptaba a una para devolverla a la mañana siguiente, pero la última fue diferente, algo paso en el interior de Al’ar, algo que le cambio para siempre.

Decidió pues no devolverla al mundo humano, tan era el sentimiento por esa chica que el sol brilló durante meses.

La jover¡n quedo prendida también del dios. Vivían ellos en su sueño paralelo al mundo externo, pero no todo podía durar para siempre.

Tantas horas de sol habían quemado bosques y aldeas cercanas, viendo esto la chioca apenada decidió volver al mundo del que probenía. Al’ar al oir estas palabras entristeció, tal fue su tristeza que las hojas de los arboles empezaron a caer, el sol ya no era tan intenso aun que aun se dejaba ver timidamente entre las nubes. Hizo un último pacto con su amada antes de su descenso y el pacto era que ella debia regresar con el durante tres meses del año.

Y asi se formo la transición del verano al otoño debido a la tristeza de Al’ar por dejar marchar a su amada.

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